octubre 29, 2007

Como la vida misma



Carlos tenía la extraña costumbre de regalarle libros con la
última página arrancada, pero aquella vez tuvo un pequeño
despiste y la novela llegó a sus manos completa.
Como tantas otras veces comenzó a leer ávidamente, y
como tantas otras veces no tuvo deseo alguno de leer la
última página.
Solía suceder con las novelas de Carlos
... el final era lo de menos.

(Begoña)






schiele escucha: Enough de The Moonstones
schiele sueña: con repetir las risas de hoy