noviembre 08, 2007

(San me pide un cuento)


El abuelo siempre fue aficionado al café.
La abuela solía secundarle por las tardes, sobretodo en invierno,
cuando el frío parecía invitar a tener entre manos
algo caliente y humeante.
Por eso me extrañó tanto cuando años después,muertos ambos,
encontré una tetera y una lata de té sepultadas,casi escondidas,
en el fondo del baúl, donde la abuela, guardaba su ajuar,
casi intacto.
Luego recordé la historia de aquel vecino inglés, vendedor de libros,
que desapareció sin dejar rastro y preferí no hacer
más averiguaciones.

(Begoña)




pd: que lo titule Sandra.




schiele escucha: The Fall de Soda Fountain Rag
schiele sueña: con el concierto de mañana