octubre 06, 2007

Notas de té





Miró en el tiempo los dedos livianos de Ludwig
acariciando las teclas del piano.
La imagen le trajo a la memoria el aforismo oriental
"no mirar al dedo sino a la luna"
En aquella atmosfera brillaba la música de luna,
los visillos flotaban como medusas y oyó decir al genio
que la perfección musical es 98% trabajo y 2% insipiración
magia.
La sirvienta entró llevando la taza de té hirviendo, tropezó
con la felina alfombra y lo virtió sobre el oído del virtuoso,
abrasándole el tímpano y dejándolo sordo...
Lejos de enfadarse, el maestro Ludwig, insipirado, empezó
a componer la Novena Sinfonía.

(Begoña)





schiele escucha: Shout de Marlango
schiele sueña: con seguir soñando